martes, 17 de diciembre de 2013


ENFOQUE DIALÉCTICO
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CAMPAÑA ADMIRABLE:
La gesta heroica del genio de América.

Por: Willmer Chang (*)


 En esta ocasión de 183  años de la siembra del Libertador Simón Bolívar, acuso de ejercer el arte de las letras para aludir a tan importante hecho histórico, que no solo representa la reconquista del ideal de libertad ante la opresión, sino que representa también el nacimiento del genio estratega militar y político: el inmortal padre Libertador, y de igual manera el destino recobrado de la independencia y la justicia. A ustedes juventud combativa y rebelde van dirigidas estas reflexiones.

Poseído por la fuerza superior que proporciona la lectura de nuestra magna historia, he sentido la imperiosa necesidad de comunicar estas reflexiones, juicios críticos que desde esta humilde trinchera de soldado de las ideas, he desarrollado en mis años de práctica profesional.

Hablar de la historia de nuestra patria es hablar de partos en sangre y fuego, pero también es hablar de éxitos. Para nosotros vencer es tradición. Ha sido forjada la patria en el más sublime ejercicio de desprendimiento de sus hijos, de los más caros sacrificios, de las innumerables vidas ofrendadas para acceder al fin último: LA LIBERTAD.

La libertad, señala Plejanov, en su obra “El papel del hombre en la historia”  no es hacer lo que el ser humano tenga por deseos desenfrenados, sino lo que su espíritu, conciencia  y convicción puedan generar. Se puede estar preso en un oscuro calabozo, pero si se tiene conciencia de que jugamos un papel superior en una causa, estonces somos libres.

Uds mis estimados compatriotas, gozan hoy de la más plena, absoluta y cómoda libertad.  Pudiendo ejercer sus destinos a voluntad, en un Estado caracterizado por el rescate de la dignidad humana, la inclusión y la justicia.

Son uds hijas e hijos herederos de las hazañas, y cadenas de éxitos de nuestros padres libertadores. Son uds herederos del más alto código genético que pueda poseer una nación: SU ESENCIA HISTÓRICA. Hagan uso de esa libertad en función de generar el bienestar común, y aporten consecuentemente tributo a este bien tan preciado que hemos reconquistado después de 200 años, y como lo señala el autor Eduardo Blanco en su obra, debemos sentirnos orgullosos de ser parte de esta  Venezuela Heroica.

Es precisamente en este camino convergente: PATRIA Y LIBERTAD, en que se suscriben todos los esfuerzos del Libertador Simón Bolívar, que lo llevan a sortear los más radicales obstáculos, para cumplir  esta hazaña que a juicio del historiador Gil Fortoul debió dársele por la eternidad la denominación de : CAMPAÑA ADMIRABLE.

Es admirable esta marcha por múltiples razones. En primer termino por las complejas condiciones de carácter político y militar en que se encontraba la República, que había caído tras los eventos de 1812, desarticulando cualquier posibilidad de ejercer el pleno derecho de la libertad en sus conciudadanos. Es compleja por la distancia recorrida para ejercer el dominio ulterior de los territorios que se habían liberado. Y es admirable por los pocos recursos con que contaba el incipiente Alfarero de Repúblicas Bolívar (como lo llamaba el historiador Augusto Mijares), con más fuerza de voluntad y determinación, que soldados o pertrechos.

La Revolución independentista de justicia e igualdad ya comienza a tener forma en este evento. Es precisamente el impulso necesario para rescatar las bases de una nación libre, y que tuviese la posibilidad de ejercer el principio de autodeterminación de los pueblos. Revolución por tanto, es una noción que es común entre nosotros los venezolanos, y que hemos desarrollado desde la azarosa sociedad colonial.

Seguramente el estratagema militar del Libertador, pudiera haber sido alterado por el conjunto de situaciones que le toco sortear. En primera instancia, Bolívar es el imponente idealista que desde su manifiesto a Cartagena en 1812, comprende la importancia de una alianza geoestratégica entre el territorio de la Nueva Granada, y los territorios de la Capitanía General de Venezuela, para luchar en contra de la monarquía española. En este documento, ya el Libertador decodifica las  repercusiones de un frente común entre ambos territorios, y da paso a una estrategia de carácter progresista que tiene como punto de salida el extremo oriental de  la actual República de Colombia.

Al estar a las órdenes de la confederación de la Nueva Granada en 1812-1813, Bolívar desarrolla en territorio neogranadino algunos combates menores a favor de la causa independentista de los hermanos que luchaban contra el régimen colonial. Bajo el influjo de la Revolución libertaria, el padre de la patria asume una postura de avance, en clara dirección hacía el occidente venezolano, buscando posicionarse sobre su natal Venezuela, con tan solo un puñado de hombres y muy escasos recursos logísticos. El elemento sorpresa, la determinación, el arrojo y el coraje son características de esta admirable hazaña, que implica el más acalorado deseo de libertad, que es transmitido místicamente a esos escasos hombres por medio de una personalidad única e influyente por parte de Simón Bolívar.

Recibe órdenes del congreso de la Nueva Granada de no avanzar sobre territorio venezolano, Bolívar obvia este parte y con determinación, luego de varios exitosos combates, cruza a San Cristóbal, obteniendo por primera vez una victoria sobre el ejército imperial español, después de la  caída  de la  primera república. Las victorias van en aumento, en Mérida recibe el título de LIBERTADOR, título que el mismo reconocería como el más sublime regalo del soberano que pueda haber recibido. De allí  a Trujillo, donde dicta el famoso Decreto de Guerra a Muerte, documento que obligaba a cada quien a asumir una posición ante el bando de los realistas o los patriotas, continua a Barinas, Cojedes, Aragua y finalmente llega a Caracas donde es ratificado como Libertador.

La intensa campaña, tiene un objetivo político y uno militar. Desde el punto de vista político era recuperar la perdida República, y gestionar un gobierno que le diera identidad jurídica. Al llegar a la ciudad de Caracas, se demostraría que las fuerzas patriotas ostentaban el control del territorio, y emularían a las provincias aún monárquicas a plegarse al huracán revolucionario de libertad. Desde el punto de vista militar, organizar un ejército bien adiestrado y equipado, para hacer frente al inmenso contingente imperial pacificador que se avecinaba.

Es precisamente en esta campaña militar, que Bolívar deja claro su enorme potencial como estratega, maximizando eficientemente la utilización de los recursos, arengando con un electrizante verbo a sus tropas, y señalando el camino para los demás jefes patriotas en la contienda. Bolívar se erige como el genio militar y político, con un extraordinario sentido de la oportunidad. 

Esa entrega casi completa, llevó al éxito de la contienda, de concretar los planes de recuperar la libertad, y de conciliar el amargo resultado de la guerra en la población.  

Con semejante pasado heroico en nuestras venas, es difícil no entrelazar este logro que acaban uds de alcanzar. Representan las esperanzas de un pueblo que sigue creyendo en su libertad e independencia como principal valor.

Son uds, quienes tienen ahora la enorme responsabilidad de seguir construyendo una patria digna, soberana, libre e independiente, alineada con el ideal bolivariano, que tantas veces empeño su vida en conseguirla.

Este paso que han dado les conducirá por el camino del bien, y permitirá que ese legado persista en el tiempo. Se avecinan nuevos retos, en donde la más firme convicción de vencer es necesaria.

Pasarán a ser parte de las filas de las juventudes rebeldes que aspirar a profesionalizarse en el mundo civil y militar.

Con esa fuerza enorme de voluntad que caracterizaba al eterno Libertador, deberán seguir alimentando eso que mi Mayor General Jacinto Pérez Arcay ha denominado el “FUEGO SAGRADO”.

El fuego sagrado no es más que ese impulso vital de amor a la patria.  “La Patria es el hombre” (y la mujer, agrego) gritaba el cantor del pueblo Alí Primera. Y es fundamental alimentar a ese ser humano de hoy para construir juntos la más grande nación del mundo menos por su extensión, que por su libertad y gloria tal como lo señalara el mismo padre de la patria. Bolívar vive en cada uno de sus sueños, de sus aspiraciones futuras, pues a él le debemos la concepción integral de esta patria libre y soberana.

Me despido deseando el mayor de los éxitos en los tiempos futuros, y exhortándoles a practicar ese legado histórico de la campaña admirable. En todos los retos por venir, su condición siempre será de vencedores. Marchen pues a paso de vencedores,  y continúen haciendo la Patria. Como dijo Bolívar a sus tropas en una de las más recordadas batallas (la de las queseras del medio):

“Lo que habéis hecho hoy, es el preludio de lo que podéis hacer mañana”



¡INDEPENDENCIA O NADA!
(*) Docente revolucionario e investigador social.